jueves, 6 de marzo de 2008

Miraculum aut maleficium

De toda la información de El País de hoy sobre un curso dirigido a universitarias para ser una mujer diez el día de mañana (planchar, hacer tortillas de patatas, meter bajos de un pantalón…) que organiza una asociación vinculada al Opus Dei, cuya página web subvencionó el Ayuntamiento de Granada, lo que más escándalo me produce es recordar, después de navegar por los vínculos de las páginas de esta Prelatura, que el milagro que se le atribuye a José María Escrivá de Balaguer para justificar su santidad es haber curado a un año de su muerte el cáncer que padecía una monja de setenta años que se le encomendó en oración.

Desde luego hay que respetar cualquier creencia, que según la segunda acepción del DRAE es el “completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o ciertos”, pero también hay que exigir de las instituciones que promueven esas creencias que respeten a todos los creyentes. ¿No había otro milagro más "creíble" para escoger?, valga la expresión.

Adjunto como curiosidad un texto de parte de la causa de canonización.

“Sor Concepción Boullón Rubio, Carmelita de la Caridad de 70 años: cuando se encontraba en trance de muerte inmediata, una noche de junio de 1976, como resultado de las invocaciones dirigidas al Siervo de Dios, curó de modo repentino, y con efecto total y permanente, de una enfermedad cuyo diagnóstico ha sido fijado por la Consulta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos como Lipocalcinogranulomatosis tumoral en sujeto de raza blanca con localizaciones múltiples dolientes e invalidantes, con volumen máximo de una naranja en el hombro izquierdo. A esta enfermedad se añadía una patología concomitante, diagnosticada por la Consulta Médica en los siguientes términos: Estado caquéctico en paciente con úlcera gástrica y hernia de hiato complicada por una grave anemia hipocrómica. En el momento que desaparecieron las tumefacciones, esta segunda enfermedad mejoró, también de modo repentino e inexplicable, hasta desaparecer definitivamente. La misma Consulta ha establecido que el pronóstico era gravemente infausto quoad vitam y quoad valetudinem.

Sobre esta curación prodigiosa se instruyó en la Curia Arzobispal de Madrid, del 21 de enero al 3 de abril de 1982, un Proceso Cognicional, que recibió el decreto de validez de la Congregación para las Causas de los Santos el 20 de noviembre de 1984.

De acuerdo con lo que prescribe el derecho, el caso fue sometido en primer lugar al examen de la Consulta Médica ya citada, que, en la reunión del 30 de junio de 1990, concluyó unánimemente que la curación de Sor Concepción Boullón Rubio no es explicable por causas naturales.”

No hay comentarios: