martes, 11 de marzo de 2008

El crimen, el juez y la productora

La ficción a veces supera a la realidad. ¿O es al revés?

Resulta que hay un juicio pendiente a un vecino de un pueblo pequeño del pirineo aragonés, Fago, por el asesinato de su alcalde en enero del año pasado.

Resulta que todo está bajo secreto de sumario.

Resulta que una productora de televisión con mucho gusto por la ficción basada en hechos reales, El Mundo TV (El lobo, Padre Coraje…), ha hecho una serie sobre ese crimen sin juzgar titulada Fago.

Resulta que la familia del asesinado ha pedido al juez que instruye el sumario el secuestro de la serie para evitar condicionar el juicio.

Resulta que el abogado defensor es muy conocido, Marcos García Montes, y que la productora tiene un poderoso medio de comunicación que la respalda.

Resulta que el director de la productora, Melchor Miralles, ha declarado que "sin pretender influenciar (sic) al juez hay que solicitar una fianza a quien las pida (medidas cautelares), en previsión de los cuantiosos daños que pueda provocar a la productora y a la cadena".

Resulta que el juez instructor, Ángel de Pedro Tomás, tras ver la serie ha decidido que puede estrenarse porque considera que prevalece el derecho a la libertad de expresión y de creación.

Resulta que aduce que el contenido del sumario ya se ha filtrado a la prensa y publicado, que lo importante es que no se ha obtenido por medios ilícitos, que los propios abogados de las partes (acusado y acusación particular) han hecho declaraciones interesadas, y que no cree que la serie vaya a condicionar al juzgador, juez o jurado.

Resulta que ante esta sentencia caber recurso en la Audiencia Provincial de Huesca.

Resulta que ayer se estrenó en TVE el primer capítulo de los tres que tiene la serie con una semana de retraso por los avatares judiciales.

Resulta que Fago, con el gancho mediático de Jordi Rebellón (Hospital Central), es un producto menor, como hecho deprisa, de poca intensidad dramática, escasa calidad interpretativa y ausente dirección, que sólo tiene el morbo de saber que detrás de los personajes hay personas: entre ellas, un muerto, una viuda y un posible asesino en espera de juicio.

Resulta que a veces la realidad supera a la ficción. ¿O es al revés?

No hay comentarios: