El adalid del liberalismo, antes azote de corruptos, que nos engañó a todos, incluidos muchos de sus trabajadores, con un espejismo de periodismo nuevo y alejado del poder, Pedro José Ramírez Codina, o sea, Pedro Jota, ha declarado sin tapujos que deben cerrar todas las televisiones públicas.
Este sujeto de verbo fácil y sonrisa de hiena ha decidido proclamar a los cuatro vientos, en un Foro de la Nueva Comunicación, vaya por Dios, que el concepto de servicio público es una pamema, palabro que solía utilizar con generosidad cuando dejamos de leer sus arengas dominicales en su diario.
¿Será que piensa que la televisión de Unidad Editorial (El Mundo, Marca, Expansión, Telva…), VEO TV, no alcanza sus objetivos empresariales y está pensando en cerrarla con la excusa de la competencia de la televisión pública? No es probable.
¿Qué opinará de estas palabras Melchor Miralles, a la sazón director de El Mundo TV, la productora de Unidad Editorial, sabedor de que uno de sus clientes “fijos” es precisamente la televisión pública?
En fin, que el logroñés ha meado fuera de tiesto y se ha cagado en los servicios públicos, que son los únicos que aún garantizan ciertos contenidos a todos los ciudadanos. Temblemos si logra que su apuesta política, Esperanza Aguirre, llege a la presidencia del PP.