viernes, 20 de febrero de 2009

Perro callejero o de la obra a la chapuza

El alcalde de Zaragoza, Luis Alberto Belloch, que fue biministro con González y antes juez en un pueblo de Teruel, ha tenido la ocurrencia de proponer el nombre de una calle para José María Escrivá de Balaguer, ese Barbastrino bruto y machista que confesó a Franco y a media España en la posguerra y que inició su “camino” a la santidad curándole el cáncer después de muerto a una vieja monja desahuciada (ver post al respecto).

Nos quedamos perplejos otra vez ante la comparación que ha hecho de su figura como aragonés universal con Luis Buñuel. Entendemos que Belloch no sea muy culto, pero no sabíamos que era gilipollas.

¿Habrá que empezar a pensar mal? ¿Debe algún favor inconfesable? Después de joderles la vida a los Zaragozanos durante varios años y tres meses e hipotecarnos a todos los españoles por tiempo indefinido con la Expo Zaragoza 2008 pretende dejar a sus paisanos como recuerdo una calle dedicada a San José María. De la Obra a la chapuza. Por cierto, ¿estará dedicada al santo, al beato o al cura de pueblo?; es decir, ¿a San José María o a José María?

Entre cacerías y callejeros, los ministros de justicia del PSOE se están cubriendo de mierda y de gloria, unos por ignorantes y otros por tontos.

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