lunes, 25 de febrero de 2008

No es país para cómicos

Parece una campaña promovida por ciertos sectores, digamos conservadores, carpetovetónicos y recalcitrantes, pero es un hecho cierto que los Bardem, con su representante más conocida a la cabeza, Pilar, están siendo víctimas de un intento de difamación para hundir su reputación a costa de un supuesto fraude a Hacienda. Su vinculación a ciertos movimientos sociales y su conocida posición política no son del agrado de algunos, que no dudan en arremeter contra esta familia desde cualquier foro.

El otro día en uno de los programas del corazón que abundan en las parrillas televisivas unos “pseudoperiodistas” moderados por el afable Ximo Rovira -ese valenciano simpático curtido en el Canal 9 más duro, el de Sánchez Carrascosa- estaban discutiendo acerca de si el posible fraude a hacienda de la familia Bardem se hizo, en todo caso, durante la etapa del PP y no durante la del PSOE actual, cuyo Ministerio de Hacienda habría hecho la vista gorda porque eran gente de izquierdas.

Es decir, que está empezando a tomar cuerpo un rumor con visos de confirmarse tan cierto como el del noviazgo de Aznar y Cayetana Guillén Cuervo. Que comience a hacerlo en programas del corazón y en boca de gente poco acostumbrada a decir la verdad como el ínclito Jesús Mariñas tiene importancia relativa, pues se sabe de la poca credibilidad de estos contenidos televisivos. Lo que ya parece más preocupante es que medios de información general, como ciertos portales digitales, en principio más serios, sigan el juego de éstos tratando de ocultar cualquier noticia favorable de los Bardem, incluso el Oscar que acaba de ganar Javier como mejor actor secundario por su papel en “No es país para viejos” y que dedicó con salero a su madre, en particular, y a los cómicos, en general.

Esta mañana y durante parte de la tarde todas las ediciones digitales de los periódicos nacionales y los periódicos electrónicos abrían con la noticia del premio de Javier Bardem, excepto “El Confidencial” de Jesús Cacho, que dentro de su tendencia al sensacionalismo titulaba con pretendido ingenio una crónica en portada: Javier Bardem y la madre que le (sic) parió, y “Libertad Digital”, comandado desde la vicepresidencia por el agrio turolense Federico Jiménez Losantos, que ocultaba la información en un segundo sumario de una discreta noticia de portada bajo el titular Blanco aprovecha el Oscar de Bardem para atacar a “los bocazas del PP”: Los Coen, tres premios en una noche; Bardem, Oscar al mejor actor secundario.

En fin, estos dos ejemplos de deontología profesional son también paradigmas de que por encima de la información está la ideología en muchos casos, incluso la de ultraderecha. Que se vayan atando los machos los actores si el PP vuelve a ganar las elecciones, pues desde luego no será España un país para cómicos.

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